¿Cómo hacer una campaña de activismo colaborativo?
¿Habéis visto alguna vez una campaña que no está firmada por una marca sino por muchas? En el mundo de la publicidad social, especialmente cuando el objetivo es realizar alguna reivindicación, este tipo de campañas son muy comunes. En este post os traemos algunos consejos para que sean todo un éxito.
Cuando se trata de hacer reivindicaciones sociales, el colectivismo siempre prima frente al individualismo. Y lo mismo pasa cuando se pretende reivindicar mediante una campaña de publicidad: la unión hace la fuerza, y por eso es muy común encontrarnos con campañas que no firma una sola organización o marca, sino un conjunto de ellas.
Pero organizar una campaña colaborativa, sin experiencia previa, no es nada fácil. En Implícate ya hemos realizado varias campañas de este tipo, incluyendo la última en la que hemos trabajado, #DespuésDeAplaudir, y queremos compartir algunas cosas que hemos aprendido y que son imprescindibles para que la campaña sea un éxito.
- Planificación, planificación, planificación
Hay que grabarlo a fuego en nuestra mente. Y es que, si la planificación ya es fundamental en cualquier campaña, en el caso de las campañas que involucran a varias entidades se convierte en lo más importante de todo.
Las reuniones previas para poner toda la información en común y comprobar que todo el mundo rema en la misma dirección son el primer paso para que la campaña tenga éxito. A veces no será fácil conseguir que lo que se proponga a nivel estratégico o creativo convenza a todas las partes, pero es imprescindible llegar a ese punto antes de echar a andar.
2. Espejito, espejito, ¿quién soy?
Cuando hacemos una campaña al uso, debemos tener en cuenta cómo es la marca que lanza la campaña: cuál es su tono, su identidad visual, su público… Pero cuando hacemos una campaña colaborativa, por lo general, debemos buscar una identidad propia, que no sea la de ninguna de partes involucradas y que, al mismo tiempo, encaje con todas ellas.
Antes de decidir nada, habrá que analizar cuidadosamente la comunicación de las diferentes marcas y ver, sobre todo, qué tono de campaña y qué diseño sería incompatible con el suyo propio. Es casi imposible encontrar una identidad que encaje 100% con la de todas las marcas involucradas, pero sí debemos evitar diseñar algo que choque mucho con alguna de ellas. Todas deben estar a gusto y ser creíbles comunicando la campaña.
3. Seguir la coreografía, paso a paso
Durante todo el proceso, la coordinación es fundamental, especialmente cuando no se crean unos canales específicos en redes sociales, sino que la campaña se comunica desde los perfiles de las diferentes entidades involucradas.
Para que todo salga a la perfección, es fundamental que una persona se encargue de la coordinación constante entre todas las partes, asegurándose de que todas siguen la hoja de ruta. En nuestro caso, solemos tener una reunión diaria con todas las voces implicadas para ver las actuaciones previstas para el día, revisar que todo el mundo está siguiendo con el plan, corregir posibles errores y facilitar todo lo posible el trabajo de todas las personas involucradas.
4. Captación de nuevas voces
Muchas veces no se trata solo de varias marcas que se han unido para lanzar una campaña, sino que también se busca que otras entidades o personas se unan a la causa y hagan de altavoz, convirtiendo la campaña en una especie de movimiento. Y también a estas personas hay que facilitarles la difusión del mensaje.
Desde Implícate elaboramos materiales específicos, como tutoriales u hojas de ruta, hacemos recomendaciones de tono y forma para evitar que el mensaje se desvirtúe o se transforme, y garantizamos que todo el mundo pueda acceder fácilmente a los materiales de la campaña.
Todo esto puede parecer muy complicado, pero no lo es tanto cuando hay gente con experiencia detrás. Así que, si estás pensando en hacer una campaña de este tipo, ¡ya sabéis dónde encontrarnos!